Su latitud y su geografía única en el continente europeo convierten a Finlandia en un país paradigmático.
Su latitud permite ofrecernos el inigualable e increíble fenómeno de los días o noches eternas. Durante meses la tierra lapona se halla sepultada bajo un manto, que parece perpetuo, de nieve. Un paisaje inhóspito y salvaje, que sin embargo, meses después cambia radicalmente para mostrarnos la imparable fuerza de la supervivencia animal y convertirse en una tierra llena de vida y color.
Y a pesar de revolucionar nuestro ritmo circadiano, el día sin noche de Laponia satura nuestros sentidos de emociones que sólo un amanecer eterno puede darnos. Durante horas las aves agotan sus fuerzas y cantan el nacimiento de un sol que nunca murió, y nuestros ojos llorosos, no se si por la emoción o por la luz, acompañan al sol en ese viaje sin fin a lo largo de la línea del horizonte, para de nuevo, y sin dejar de mirarnos, alzarse en el cielo anunciando un día que nunca acabó.

No es difícil, por tanto, entender que el sol siempre vanidoso desee verse una y otra vez reflejado en sus tranquilas aguas, y decida no abandonar una tierra tan única como espectacular.
Seamos sinceros, si entendemos por Cultura con mayúsculas a enormes edificios religiosos o civiles, únicos museos y fascinantes pinacotecas, lugares que quedarán en los anales de la historia y restos arqueológicos archiconocidos, Finlandia no es nuestro país.
Sin embargo si sabemos valorar una modesta cultura particularmente excepcional e irrepetible como la lapona, si nos atrae un carácter nacional forjado por siglos de colonización, si disfrutamos con una idiosincrasia sorprendentemente diferente a sus países vecinos, si aún nos sobrecogen paisajes que parecen extraidos de las mentes de los mejores paisajistas, sin lugar a dudas Finlandia es nuestro país.
Lanzando una fugaz mirada al mapa geopolítico de Finlandia rápidamente nos damos cuenta de varias cosas. Primero de su desproporcionado tamaño para tan poca población, lo que la convierte en el país de la Unión Europea con más baja densidad de población. Segundo que su geografía practicamente plana está salpicada de incontables y extensos lagos. Y por último, que casi la mitad del país está en el interior del círculo polar ártico. Son estas tres características las que nos hicieron decantarnos sin dudar por un viaje alternativo. Una especie de "Road Movie" a lo finés.
Sabíamos que iba a ser un viaje especial, un viaje tanto a la naturaleza en su esencia más sencilla como a nuestro interior. Durante días nuestra sombra sería nuestra única compañía en carreteras solitarias, lagos recónditos y poblados cuasidesérticos. Quizás suene extraño, pero fue precisamente en esas noches entre abedules a pie de un lago, cuando menos solos nos sentimos. Finlandia nos ofreció algo muy codiciado en nuestra sociedad; sosiego, sencillez y tranquilidad.
Un viaje que comenzó en su actual capital Helsinki y terminó en su antigua capital Turku. Y por el camino un encuentro con la esencia de los viajes. Experimentar, conocer y conocerse.
Helsinki
Un país de poco más de cinco millones de habitantes difícilmente puede tener una gran metrópoli como capital, y sin embargo, dentro del reducido tamaño, Helsinki no puede pasar desapercibida, puesto que socialmente y culturalmente tiene tanto movimiento como otras grandes capitales de Europa, incluso durante el frío y largo invierno. Aunque es sin duda durante el verano cuando la capital despliega todo su artificio, todo su atractivo, y organiza día sí y día también un sin fin de actividades de lo más variadas .

Eran las 9 de la noche pero el sol aún iluminaba con fuerza. Mientras esperábamos al autobús, examinamos el mapa de Helsinki. Disponíamos de poco tiempo para encontrar hospedaje, y aunque ya teníamos en mente a cual ir, era preciso tener dispuesto un plan B. Pronto nos dimos cuenta que en Finlandia los planes Bs no eran precisos. Llegó nuestro reluciente y flamante autobús, que más bien parecía un taxi pues nadie había en su interior, excepto el conducto claro, y nadie se montó, excepto nosotros evidentemente. Tanto servicio y tan bueno tenía un precio; en este caso 4´90 euros. Y menos mal que en los últimos años los precios se había moderado muchísimo. 20km más tarde nos bajábamos en el centro de la ciudad.

A menudo se relaciona a Finlandia con sus vecinos escandinavos, lo cierto es que el origen de su población se encuentra en los Urales y no en sus vecinos vikingos. Y aunque frecuentemente da la sensación de estar en la "ciudad de los malditos", pues la inmensa mayoría son altos, rubios y con ojos azules, no es tan infrecuente ver morenos.


Era el día de Helsinki así que la ciudad estaba más animada que nunca. Comenzamos la visita por el parque Esplanadi donde se encontraban numerosos puestos de comida y algún que otro modesto espectáculo de teatro. Era necesario tomar energía así que decidimos re-desayunar allí mismo, y probar alguno de los apetitosos dulces que estaban a la venta.

La Kauppatori situada junto al mismo puerto es conocida popularmente como plaza del pescado, y es uno de los rincones más animados de la ciudad. Era festivo por tanto la inmensa mayoría de los puestos eran artesanos; madera tallada, ropa, esculturas y cuadros teñían la plaza de múltiples colores. Posiblemente debido a la crudeza de su clima los fineses tienen un particular concepto de los colores. Sus vestidos y objetos decorativos suelen ser de vivos tonos, eso sí también de un diseño impecable.

El tamaño de la ciudad la hace perfectamente pateable, y la nula presencia de cuestas y los numerosos parques convierten al paseo en una experiencia muy placentera. Aún así el excelente entramado de transporte urbano permite desplazarse por la ciudad cómodamente.
Otra de las opciones que ofrece Helsinki son las numerosas islas que se encuentran muy cercanas a la costa y que permiten pasar un agradable día de asueto. Para las más cercanas y pequeñas los botes salen de un pequeño embarcadero que se encuentra en la calle Merisatamanranta, para las más grandes o lejanas algunos salen del muelle de la Kauppatori.
Lappeenranta
Lappeenranta es la capital de Corelia del Sur, territorio que se sitúa en el istmo que separa el mar Báltico del lago Ladoga, y que tras la segunda guerra mundial parte fue anexionada por Rusia. Esta bella región lacustre constituye un inicio ideal para la primera toma de contacto con la zona de los mil lagos, tan característica de Finlandia. A pesar de que una gran parte de las orillas de los lagos son privadas; no hay finés que se precie que no sea propietario de una pequeña pero bella cabaña a pie de lago con su embargadero y sauna, no es difícil encontrar una zona para poder acampar y pasar la noche. En cualquier caso pidiendo permiso es posible acampar en las cercanias de una cabaña, aunque no siempre sea fácil encontar a alguien.
Desde el principio tuvimos claro que la enorme extensión del país y su baja densidad hacía obligado plantearse el viaje como una "road movie", así que a la mañana siguiente lo primero que hicimos fue alquilar un pequeño Nissan Micra en la compañía Buget (350 euros/semana) con el que poder recorrer todo el país. El coche era absolutamente nuevo (32 km de rodaje) y de baja cilindrada algo perfecto para que el presupuesto de la gasolina no se nos disparase (el precio oscilaba entre los 0´90 y 1´20 euros/litro). Así que sonando la música local en la radio y mapa en mano nos dispusimos a conquistar esta tierra de extremos. La red de carreteras de Finlandia es excepcionalmente buena y muy bien conservada, incluso los caminos rurales no asfaltados son más practicables que algunas nacionales de este nuestro país. Aclarar no obstante que la mayoría de las carreteras son de dos carriles, aunque la baja densidad de tráfico no precisa más, y que se deben respetar escrupulosamente las normas de circulación. especialmente velocidad y alcohol, ya que son muy estrictos.


El entorno era increíble. El cielo era todo un muestrario de rojos, violetas, naranjas y azules, suficientemente fuertes como para poder prescindir de la linternas. La temperatura había caído, y el agua calentada del lago emitía nubes de vapor que daban al entorno un aspecto aún más interesante y fantasmagórico. Era la primera de las muchas noches que pasaríamos a la intemperie y fue todo un espectáculo digno de rememorar. Nos apropiamos temporalmente de una mesa y banco de madera que estaba frente a una pequeña cabaña, y allí a las 12 de la noche cenamos mientras vislumbrábamos a lo lejos entre la niebla, una barca con dos pescadores remando. Recogimos todos nuestros cachivaches limpiamos la zona y nos dispusimos a pasar la noche en la tienda.
Savonlinna
Savonlinna se constituye como la ciudad más importante de la zona lacustre de Corelia. Su privilegiada situación entre dos de los más importantes lagos del país, la convirtieron rápidamente en un importante puerto lacustre, codiciado por sus convecinos. De ahí que posea un impresionante castillo defensivo en perfecto estado, siendo su visita obligada. Se puede decir que Savonlinna resume en sus calles toda la belleza de una ciudad histórica de Finlandia, enclavada en un lugar paradisiaco de enorme belleza por los impresionantes lagos que la rodean, la ciudad ensalza como ninguna otra la grandiosidad estética, histórica y cultural de esta fascinante zona lacustre.
Aquella mañana el cielo encapotado no cesaba en su empeño de aguarnos la vacaciones. Había logrado inundarnos parcialmente la tienda lo que nos obligó a pasar la mitad de la noche en el coche, pues temíamos que la tienda terminara empapando completamente. Sin embargo el agotamiento era tal que seguimos durmiendo en el coche como si de nuestra cama se tratara.

La visita guiada al castillo, aunque en inglés, es muy interesante ya que el estado de conservación del castillo es magnífico, lo que permite hacerse una idea muy gráfica de la vida en el medievo. Tras la visita de hora y media, nos hicimos a la calle para patear la ciudad, aunque el clima no invitara a ello. El enclave de la ciudad, su riqueza arquitectónica y su estado de conservación convierten a la ciudad en una de las más interesantes del país. Así que un paseo por sus calles es obligado, ya que la mayoría de las ciudades finesas carecen de interés, en parte porque gran número de ellas fueron totalmente destruidas durante la Segunda Guerra Mundial.

Tras salir de la sauna finesa decidimos darnos un chapuzón el la piscina climatizada, esta vez todos con bañador, pudimos disfrutar de la lluvia fría cayendo en nuestras caras mientras nubes de vapor nos rodeaban. La piscina además disponía de chorros de masaje y cascadas que te dejaban el cuerpo como nuevo.

Kuusamo
La región de Kuusamo se sitúa en el límite exterior del Círculo Polar Ártico hasta la frontera con la estepa rusa. Es una basta región de 5800km2 que constituye uno de los paisajes más bellos del país y donde podemos encontrar bosques primigenios donde la mano del hombre apenas ha llegado. Estos bosques de bellos contrastes suponen, sin lugar a dudas, una visita obligada para disfrutar de toda la belleza que la naturaleza finesa es capaz de darnos

A pesar de encontrarnos a finales de Junio la temperatura descendía considerablemente al anochecer, lo que nos obligaba a abrigarnos para pasar la noche. Tras una vigilia tranquila abandonamos aquel hermoso paisaje y nos encaminamos al Parque Nacional de Oulanka, cerca ya del Círculo Polar.
La ciudad de Kuusamo carece de interés pues fue completamente arrasada en la Segunda Guerra Mundial, pero es necesario acercarse a la oficina de Turismo para recopilar información el parque. Tras se atendidos estupendamente por, el que más tarde sería nuestro amigo, Jari Karjalainen nos preparó un ajustado recorrido a nuestro tiempo, tarea harto difícil debido a lo extenso e interesante del parque.

Aún en el improbable y temerario caso de adentrarnos en el bosque en solitario, desviarse de la ruta es difícil pues el sendero está magníficamente señalizado, y a lo largo de todo el recorrido nos enconraremos cabañas y refugios, básicos pero confortables, para pasar la noche. En nuestro caso, el tiempo jugaba en nuestra contra por lo que nos tuvimos que conformar con una ruta más pequeña, pero que sin embargo nos proporcionó momentos de gran belleza. Nadar en sus solitarios y cristalinos lagos, en un paisaje de tan singular belleza, es un deleite para los sentidos. Los días se alargaban enormemente lo que nos permitía hacer maratonianas jornadas... a consta de horas de sueño.
El estado de conservación de sus senderos, puentes, cabañas, miradores y refugios, así como todo el material que albergaban era impresionante. Ni el más minúsculo acto vandálico contaminaba aquel bello y salvaje paisaje. Una verdadera lección de civismo que contrasta notablemente con nuestros parques llenos de señales, restos y marcas de salvajes humanos.
Definitivamente el paisaje de Oulanka es mágico.
Rovaniemi
Rovaniemi es la capital administrativa de Laponia y principal puerta de entrada a la región, no es de extrañar, por tanto, que sea la ciudad más poblada con...30.000 habitantes!. Es un sitio indispensable para el turismo organizado ya que es la ciudad que más infraestructura hotelera y servicios posee de la zona. Pero en sí no ofrece nada destacable, salvo su museo.
Esta ciudad fue absolutamente arrasada en la segunda guerra mundial. Tras la victoria se encargó al controvertido arquitecto finlandés Alvar Aalto su reconstrucción, aunque es su país halla tantos admiradores como detractores. Éste diseñó el entramado de las calles como las astas de un reno y planificó algún que otro edificio. No dudamos que fuera un buen arquitecto, pero tampoco que ésta no es su mejor obra. La ciudad respira un ambiente triste, monótono y prefabricado. Andar por sus calles desiertas a la hora de la comida es lo más parecido a sentirse en un plató cinematográfico, todo parece de cartón-piedra y poco real.

La ciudad por otra parte no ofrece mucho más, salvo acercarse al centro de la ciudad donde se reune su población entrono a unas galerías comerciales. No obstante merece la pena sentarse y observar el comportamiento de las gentes, sus actitudes, costumbres, expresiones...al fin y al cabo un viaje es mucho más que ver museos.
Inari
Laponia representa el 40% de la superficie del país. Es la región más septentrional, virginal y salvaje. Su especial emplazamiento, en el interior del Círculo Polar Ártico, le confiere una idiosincrasia propia y muy particular, condicionando todas las peculiaridades paisajísticas, botánicas, zoológicas y antropológicas.
A estas latitudes en verano es posible disfrutar de un espectáculo único y realmente desestabilizador: El Sol de Medianoche. Este fenómeno se produce entre los meses de mayo y julio (el periodo va disminuyendo conforme descendemos en latitud), así el astro rey no llega a ocultarse tras el horizonte en el ocaso. Fácilmente visible, el sol irá desplazándose a lo largo de la línea del horizonte durante las "supuestas" horas nocturnas, para volver a elevarse anunciando un nuevo día que nunca acabó.
Camino a Ivalo las autoridades finesas se preocupan muy mucho de dos cosas. Una de que te percates cuándo rebasas la latitud 66º30', es decir la entrada en el Círculo Polar Ártico, y dos, de que te quede bien claro que Santa Claus vive en Finlandia y no en Noruega, digan lo que digan los ciudadanos de este último país. Lo primero lo logran construyendo un gran arco sobre la carretera a modo de meridiano, y lo segundo construyendo un gran complejo al todopoderosos Santa Claus, compuesto de su "cueva-fábrica-vivienda" y de la Aldea de Santa Claus, donde entre otras atracciones está la oficina postal, lugar último de destino de todas las cartas dirigidas a éste espíritu de la Navidad.

Nuestro contacto con el espíritu navideño, en pleno junio, se inició con la visita al "Santa Park". Construido en lo que fue un antiguo refugio antiatómico de 12.000 metros cuadrados, Santa Park se hunde en el interior de la montaña Syväservaara para ofrecer al visitante un vis a vis con el mismísimo Papa Noel. Inaugurado en 1998, lo encontramos por pura casualidad ya que en nuestra guía "actualizada 2002" no figuraba. Recordando tiempos pasados nos acercamos, y tras pagar una "modesta" entrada de 20 euros nos dispusimos a disfrutar del espectáculo. Nuestro gozo en un pozo, lo que creímos iba a ser un pequeño parque de atracciones versión navideña, se convirtió en una mega galería comercial, donde la mayor parte del suelo estaba destinado a alojar puestos de venta de artículos navideños. Total, que era como entrar en un Eroski navideño pero pagando. Así que haciendo de tripas corazón, y viendo sol donde sólo había nubes, decidimos rentabilizar los 40 euros comportándonos como auténticos críos, y aprovechando que el lugar estaba semidesierto dimos rienda suelta a ese "niño que todos llevamos dentro". Ni que decir tiene la cara de alucinados (y algo de vergüenza ajena) que ponían los que allí trabajaban. Nos subimos al tren Chu-Chu, jugamos en una piscina de pelotas, disfrutamos de balancines y toboganes e incluso nos hicimos una foto al lado de Joulupukki, que es como llaman los fineses a Santa Claus, eso sí tuvimos la decencia de no sentarnos en sus rodillas. Evidentemente es un sitio al que solo hay que acudir en caso de ir acompañados de niños menores de 8 años.

Habiendo cumplido nuestro cupo de turista para todo el viaje nos encaminamos hacia el Norte.
Turku
Turku es la capital moral de Finlandia y sus habitantes aprovechan cualquier ocasión para enorgullecerse de ello, y de paso si pueden, desprestigiar a los ciudadanos de Helsinki. El origen de la ciudad se remonta al siglo XIII cuando el territorio finés estaba en manos suecas. La llamaron Abo y se constituyó en la capital de la provincia sueca. Tras el hundimiento de la hegemonía sueca, la actual Finlandia paso a manos rusas, quienes decidieron trasladar la capital de la provincia a Helsinki, mucho mas cercana a San Petesburgo y por tanto a la influencia rusa. Y así, si durante la guerra fría Helsinki fue utilizada en el cine como "la doble de San Petesburgo" por su enorme influencia arquitectónica rusa, Turku se asemeja más a una ciudad sueca que a una finesa. Y eso se nota en todos los ambientes.
La llegada a la ciudad coincidió con la hora de máxima afluencia de personas al mercado matinal del sábado. Tras aparcar debidamente el coche, ya no nos volvían a pillar, nos dispusimos a curiosear por la plaza de la "kauppatori" donde se situaban decenas de puestos que ofertaban un sinfín de productos de la tierra. Aprovechando la hora del "hamaiketako" compramos un poco de fruta y una especie de "txoripan" pero con carne de reno para calmar el estómago. Nos decidimos por la fruta local ya que la de importación ( española ) tenia unos precios desorbitados (5 euros el kilo de naranjas ).

A pesar de la belleza de su arquitectura en general y de su racional planificación urbana, tres son los edificios que no deben dejar de ser visitados. Su imponente castillo medieval, la vistosa catedral y la vibrante Kauppatori o Plaza del Mercado. Pero sin lugar a dudas, lo más gratificante de la visita a esta ciudad es disfrutar junto con los lugareños de ese aire renovador, y de esa explosión de vida que sufre la población con la llegada del verano. Dejado atrás el largo y duro invierno, y a sabiendas de que pronto volverá, los fineses concentran en apenas 4 meses toda la energía por disfrutar y vivir, dando como resultado un estallido de actividad frenética al aire libre: conciertos, exposiciones, bailes, ambiente callejero, actividad comercial.....toda una "Operación Verano" dispuesta para quemar cada hora del sol.
Tallin
La capital de la ex-república soviética de Estonia es una modesta ciudad que conserva un patrimonio impresionante. A pesar de haber sido bombardeada en la etapa final de la 2ª Guerra Mundial mantiene un casco antiguo digno de admirar, y que fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1997. Pasear por sus calles es retroceder en el tiempo, sus bellos edificios mediavales en perfecto estado de conservación, sus empedradas calles, así como el ambiente cultural que se respira permiten disfrutar de una ciudad de encanto.

Tallin es una pequeña ciudad que se puede y se debe conocer pateando sus calles. Puede distinguirse tres partes en Tallin bien diferenciadas: "Colina de la Catedral", donde se situaba la autoridad central, primero de los obispos, luego de la Orden, y de la nobleza Báltica; hoy es sede del gobierno estonio y de varias embajadas y residencias. La Ciudad antigua ("Vana Linn"), que es la antigua ciudad hanseática, la "ciudad de los ciudadanos" — esta parte de la ciudad no estuvo unida con la Colina hasta finales del siglo XIX. Fue centro del comercio medieval de la sal, gracias al cual prosperó y creció económicamente. La ciudad se extiende al sur de la Ciudad antigua, donde los estonios se establecieron. Éstos no formaron la mayoría de la población de Tallin hasta mediados o fines del siglo XIX.


El tiempo fue empeorando progresivamente, y se levantó suficiente oleaje como para suspender el servicio rápido de ferry, ya que existía riesgo evidente de zozobra a alta velocidad. Como alternativa nos embarcaron en un gran ferry que une distintas ciudades del Báltico, de suficiente eslora y calado como para campear el temporal. La desventaja es que son mucho más lentos y la travesia duró casi 3 horas. A cambio podimos disfrutar de las borracheras de campeonanto que se cogen sus viajeros, principalmente suecos, fineses y alemanes, aprovechando los bajos precios y la inmunidad del alta mar.
TRUCOS |
Este apartado sólo pretende dar unos pequeños consejos que pueden serte útiles en el país. Sin embargo cada viaje es diferente y las cosas cambian por lo que solo debes tomártelos como meros apuntes, ya que otras personas pueden estar totalmente en desacuerdo o conocen otras soluciones.
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Generalidades. |
DOCUMENTACION: Con el DNI es más que suficiente. Pero no está de más llevar el pasaporte. Como lo más seguro es que alquiléis coche, es necesario llevar también el carné de conducir
TRANSPORTES: Tren La red de ferrocarril finesa es muy extensa y comunica rápida y eficazmente toda la geografía, excepto una pequeña zona de Laponia. Como es previsible los trenes son cómodos, rápidos y extremadamente puntuales. Existen Tarjetas ahorro: Finnrail, Scanrail, Lomapassi y Kesä Rengas. Autobús La red de autobuses en Finlandia es muy densa habiendo servicios diarios entre diferentes ciudades y pueblos. Descuentos: ida/vuelta -10%. Coches Finlandia cuenta con 78.000 km de carreteras de las cuales 49.600 km están asfaltadas. Las carreteras principales están en buenas condiciones durante todo el año. Se conduce por el lado derecho. Para alquilar un coche en Finlandia necesita presentar su carné de conducir español y su tarjeta de crédito. No podrá viajar con los coches de alquiler a Rusia. La compañía Buget es de las más económicas y su servicio es excelente. En invierno (normalmente a partir de finales de octubre) sólo se permite circular con neumáticos de invierno (con clavos, "talvirenkaat" en finés). Los neumáticos de invierno son obligatorios hasta que haya desaparecido la nieve y el hielo (normalmente hasta finales de abril). No se permite el uso de cadenas. Las velocidades máximas son según la clasificación de la carretera de 60 km/h, 80 km/h 0 100 km/h. Si no existen otras indicaciones la velocidad máxima es de 80 km/h. En las autopistas la velocidad máxima es de 120 km/h (100 km/h en invierno) y en los centros urbanos de 40-60 km/h. Los coches privados con caravanas no pueden circular a más de 80 km/h. Hay que ser muy escrupuloso con la velocidad y normas de circulación, la red de carreteras está plagada de radares y siempre hay agentes de tráfico muy diligentes con su trabajo. Los automovilistas tendrán que encender las luces incluso de día (luces de cruce). Está estrictamente prohibido conducir bajo la influencia del alcohol (límite 0,5 por mil) o drogas. La infracción del reglamento implica sanciones muy severas. Los alces y los ciervos pueden provocar accidentes graves. Sobre todo al conducir a primeras horas de la mañana en verano conviene conducir con mucha precaución. En las carreteras del Norte se encuentran a menudo renos aislados o en rebaños. Al planear la ruta en coche en Finlandia conviene tener en cuenta que el país es grande (338.000 km2) y poco poblado (5 mill. de habitantes) por lo que se recomienda no conducir más de 400 kms por día y desviarse de vez en cuando de las carreteras principales para descubrir los lugares más pintorescos.Es posible que la agencia de alquiler te facilite un GPS, si no es recomendable llevar uno, ahorra tiempo y dinero. Las distancias entre las gasolineras están marcadas en las carreteras y existe una buena red de gasolineras, la mayoría de autoservicio. Sólo se vende gasolina sin plomo. El precio varia un poco en gasolineras pero el de 95 y 98 oct. es un poco más de un euro por litro. El gasóleo es más barato. Muchas gasolineras son también áreas de descanso donde se sirve buena comida a un precio económico. siempre con taxímetro. Bajada de bandera 30bth. Utilizarlos es muy cómodo y sencillo. Avión Finlandia cuenta con 22 aeropuertos, sin embargo los precios no son bajos. Transporte Urbano de Helsinki Toda la red de transporte público de la capital, en el que se integran los autobuses urbanos, tranvías, trenes de cercanías, el metro y el ferry a la isla de Suomenlinna, pertenece a la HKL, que mantiene un cómodo y eficaz sistema unificado de billetes que permite el uso de cualquiera de los medios de transporte local conbinadamente, excepto los tranvías.
MONEDA: Euro. Los precios aunque más altos que en España se han moderado mucho en los últimos años.
COMIDAS: En el país predominan muchos establecimientos de comida no finlandesa y de comida rápida. Al la hora del almuerzo podemos encontrar comidas buffet en la mayoría de los establecimientos de restauración a un precio medio de 10-15€ por persona. Un establecimiento recomendado para matar el hambre a buen precio es Golden Rax pizza buffet. Es una franquicia que podemos encontrar en las principales ciudades de Finlandia y ofrece buffet libre a precio cerrado con bebida incluida por unos 8€/persona. El surtido es muy amplio, pudiendo servirnos completas ensaladas, lasañas, alitas de pollo, albóndigas y una gran variedad de deliciosas pizzas que elaborar artesanalmente en el lugar. Otra cadena de similares características es Buffa. El agua mineral sin gas es muy cara y difícil de encontrar, predominando el agua con gas. La cerveza también es bastante cara y existen multitud de graduaciones denominadas "Olut" + Número romano, que indica su % de alcohol (Variable entre Olut I y Olut V), siendo la última la más alcohólica y equiparable a las que se venden en España, con un 5% de alcohol aprox.
ALOJAMIENTO. Los hoteles en Finlandia son bastante caros (120-150€ la doble por noche), así que es mejor alojarse en Albergues (Hostels), bastante más económicos y en cabañas de madera en el interior de campings. La red de albergues es bastante extensa en Finlandia, no exigiéndote la posesión del Carné de Alberguista para alojarte en ellos pero es recomendable, ya que te hacen un descuento en precio por tenerlo. Sus servicios suelen incluir en el precio la ropa de cama, toallas, así como sauna y un copioso desayuno buffet que se estila mucho por allí. En los albergues suelen existir habitaciones dobles y cuádruples (ideales si viajáis en grupo), además de compartidas. Suelen ser edificios espartanos y funcionales y todo suele estar bastante limpio. Hay de todo, desde alojamientos que integran el WC en la habitación hasta otros en son que son comunitarios. Conviene reservar ya que en verano están muy solicitados (sobre todo en Helsinki) y en invierno suelen ser residencias de estudiantes que no prestan el servicio de Albergues, no al menos al 100%. Los precios orientativos son de 94€/noche una habitación cuádruple y 59€/noche una doble, con desayuno buffet incluido. Los campings en Finlandia suelen situarse al borde de hermosos lagos y tener todas las comodidades posibles de estos establecimientos. Las cabañas para cuatro personas suelen poseer literas, un espacio amplio donde se sitúa una mesa con bancos para comer, así como un porche cubierto para disfrutar charlando. Están muy bien aisladas del frío y suelen tener nevera, así como una pequeña hornilla y cafetera en algunos casos. Los precios son bastante económicos, oscilando entre 45 y 55€/noche la cabaña para 4 personas. No suelen incluir ropa de cama pero se puede adquirir aparte.
COMPRAS. Helsinki es la ciudad por excelencia para realizar compras. La ropa posee precios similares a España, incluso más económicos y todo, en general, es comparable en precio. En Helsinki predominan las tiendas de diseño, que harán las delicias de los apasionados del diseño y del arte, donde conviene ir con la Visa cargada hasta arriba, porque los precios de los afamados objetos de diseño escandinavo son bastante elevados. El horario comercial es continuo, abriendo a las 7 de la mañana y cerrando sobre las 18 ó 19 h de la tarde. En el momento del cierre las ciudades se quedan vacías. La cadena Stockman es el equivalente a nuestro Corte Inglés, donde podremos encontrar una gran variedad de artículos, ropa y una extensa librería con títulos incluso en castellano. Dentro del edificio destinado a librería, obra del célebre Alvar Aalto, podemos encontrar el café Aalto, donde te sangran por un café 4€. Eso sí, la decoración aaltiana es fantástica. Muchos comercios, sobre todo los más grandes y los supermercados abren varias horas los domingos, lo cual facilita las compras. Los locales suelen tener una bonita decoración muy agradable y funcional, típicamente nórdica, eso sí el café suele estar bastante malo,m y el ambiente es "muy relajado", si deseas oír la música ambiente no debes ni siquiera respirar. La red de cajeros automáticos es única y denominados "Otto" en finés, aceptan tarjetas Visa y Maestro de débito sin problemas. Conviene sacar bastante dinero de una vez mejor que poco dinero muchas veces, ya que ahorraremos comisiones bancarias.
ROPA. Aún yendo en verano es necesario llevarse una chaqueta de abrigo pues por la noche refresca. Imprescindible el repelente de insectos, aunque parezca una chorrada no todos los insectos son iguales, así que en vez de llevarnos el genérico de aquí "Relec", es mejor comprar allí uno de la marca "Off" que es mucho más eficaz para los insectos fineses
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