jueves, 16 de septiembre de 2004

MALASIA 2004




Nunca antes habíamos cruzado tantos husos horarios, lo que daba al viaje un carácter especial.
Nos dirigíamos a un lugar exótico, desconocido y tremendamente estimulante. Íbamos a vivir en persona aquel embrujo adictivo que tantos otros viajeros anteriores habían sufrido, o disfrutado, en el lejano oriente.
Éramos conscientes de que Malasia no representaba en su totalidad aquella imagen preconcebida del sudeste asiático. Y desde luego que iba a quedar muy lejos del impacto tanto cultural, personal como emocional, que la India o Nepal suelen producir en el viajero. Sin embargo, en nuestro fuero interno lo considerábamos una ventaja, pues entendíamos Malasia como un país "digerible", y un comienzo "cauto" para explorar una zona tan diferente y diametralmente opuesta a nuestra sociedad, como era el Sudeste asiático.
malasia 2004.174Y fue un acierto, Malasia logra fundir todo el exotismo natural y cultural del subcontinente en un pais fácilmente viajable. A pesar de no ser el destino más conocido de esa zona, está decidido a cambiar esa situación, y se vuelca en el turista, más que en el viajero, logrando aunar en un dificil y precario equilibrio los intereses del tour-operador y el mantenimiento de la ideosincrasia del país.
 La flora y fauna de Malasia no tiene nada que envidiar a la de sus convecinos, así como su riqueza cultural y antropológica. Quizás no tenga complejos arqueológicos de la talla de Tailandia o Camboya, pero su mestizaje religioso-cultural es digno de ser visitado.
 Malasia es una país alejado del circuito masivo que depara muchas y agradables sorpresas.


DIA: 16 de Septiembre 2004


 
2004 Malasia octubre038



Tras hacer escala en Bangkok alzamos de nuevo el vuelo para descender pasada una hora en Kuala Lumpur. La habíamos sobrevolado al anochecer y a esa altura nos pudimos dar cuenta de la inmensidad de la ciudad. Su mapa de luces nos daba una idea de la nueva explosión demográfica y urbanística que se estaba dando en estos paises, en estos nuevos tigres asiáticos, con crecimientos sostenidos del 9%. Aunque en opinión de muchos unos gigantes con pies de barro y trapos sucios.
El enorme B 747 tomaba tierra una vez más. Lufthansa nos deseaba una feliz estancia y nos anunciaba que fuera nos esperaban 28ºC y 90% de humedad. Pronto supimos que significaba eso.

 La llegada
DSC00154Anochecía en KL, y las luces del lujoso y ultramoderno edificio del aeropuerto resaltaban el fascinante techo de madera de la terminal. Un estructura similar a la que se puede ver el la nueva T4 de Madrid-Barajas. Bajo ese mar de madera ondulante, como peces nos dirigimos a las profundidades del complejo, donde nos esperaba el KLIA Expres que nos trasladaría a KL.
 La estación del tren, al igual que muchas estaciones de metro de Asia, estaba dotada de las puertas antisuicidas, que aparte de evitar trágicos desenlaces otorgaban una quietud y silencio, muy diferente de las ruidosas estaciones de metro europeas. Todo limpio y como recién estrenado, nos iba a dar una idea de los contrastes que íbamos a encontrarnos a lo largo de todo el viaje. Como ver un viejo y sucio cuadro en pleno proceso de restauración, el país ofrecía dos cara, la nueva y reluciente pujanza económica, y la vieja y decrépita economía de subsistencia. La economía de mercado arrasaba la tradición y la globalización maquillaba el resultado.
 Este modernisísimo y comodisísimo tren conectaba el aeropuerto con el centro de la ciudad en apenas 35´, eso sí pagando el desorbitado precio de 35RM ( ¡15euros! ). ¿Pero acaso los turistas no están a rebosar de dinero?.

KL
 Llegamos puntualmente a la estación central de KL. Otro ultramoderno y funcional edificio (¿Será que ellos no padecen a su Calatraba nacional? ), con puertas de salida a los cuatro puntos cardinales y que no hacía más que vomitar gente a las nocturnas calle de la capital. ¡ Y es que, parecía que acaban de construir una ciudad para nosotros!, pues de camino habíamos visto lo que en breve sería el centro gubernamental del pais y una nueva ciudad de funcionarios. Espectaculares edificios a cada cual más sorprendente que el anterior, puentes de formas inimaginables y jardines exhuberantes. Nos preguntamos que precio tanto humano como medioambiental estarían pagando. Pues crecimientos tan rápidos y desmesurados nunca son digeribles.

 Camino al albergue
Imagen 034 Sobre el mapa nuestro albergue no distaba mucho de la estación, apenas 1km....en linea recta. Así que para compensar el derroche del tren decidimos prescindir del taxi e ir andando ¡ Gran error ! . Por un lado al salir de la estación nos recibió la que sería nuestra compañera de viaje, nuestro mono Amelio....¡ Miss Lluvia 2004 !, por otro lado la noche había caído ya sobre la ciudad. Comprobamos que cuanto más cerca del ecuador más rápidamente se produce el ocaso y despertar del sol. Y para rizar más el rizo el concepto de urbanismo europeo no es, ni de lejos, parecido al asiático. Allí se sucedían niveles y niveles de carreteras y pasarelas, más que la típica forma cuadriculada de cualquier ensanche europeo, parecía un ovillo de lana machacado por un gatito juguetón. Total, que lo que en principio era 1km y 30´ de caminata se convirtió en 3km y 1hora de marcha militar. Y todo bajo la atenta y húmeda mirada de nuestra amiga Miss Lluvia, y cómo no, mochila a cuestas.
 Habíamos llegado a nuestro alojamiento, el MY Kuala Lumpur International YH sito en la calle 21, Jalan Manau y de precio más que económico ( 20RM ), aunque evidentemente en habitación de 3 literas y baño fuera, pero, ¡ con aire acondicionado !. El hostal parecía vacío así que estando tan cansados y aún un poco desorientados, mientras fuera Miss Lluvia no dejaba de tamborilear el cristal de la ventana, decidimos no salir aquella nuestra primera noche en Malasia.