sábado, 8 de diciembre de 2012

04. Senmyak. (Bali)



Queríamos huir de la sobresaturada Kuta y nos decidimos por Seminyak. Es cierto que está menos saturada pero también había sufrido el implacable y desmedido crecimiento de los complejos turísticos. Muchos campos de arroz se habían vendido a los promotores inmobiliarios. Y nuestra joya de la corona, el chiringuito de playa “El Galego” había desaparecido. Sobre sus ruinas se iba a levantar un nuevo complejo de hoteles a pie de playa, que se sumaban a los dos nuevos que en nuestros años de ausencia se habían levantado ya. Recorríamos la costa de Seminyak y apenas la reconocíamos.
Decidimos no alquilar una moto, los taxis son tan baratos que nos compensaba. Visitamos Kuta y su nuevo centro comercial que compartía edificio con el moderno y recién inaugurado hotel Sheraton. Los callejones Poppies apenas habían cambiado pero la línea de playa había sufrido más modificaciones. En esta zona sobreexplotada ya no había sitio para más hoteles así que se estaban empezando a tirar edificios para levantar otros nuevos y por supuesto más altos. Todos este crecimiento sin control había taponado las torrenteras de desagüe a la playa así que en épocas de lluvias cada vez era más frecuente que las calles se inundaran.
Legian, se había convertido en un barrio de transición, menos masificado que Kuta pero más que Seminyak, quiere atraer al turismo “Banana Pancake” más propio e Kuta pero también con la construcción de nuevos hoteles a pie de playa quería apostar por un turismo de mayor poder adquisitivo. Un par de noche acudimos a este barrio para disfrutar de los bares gays. Su número había crecido aunque la discoteca había cerrado y se había trasladado a otra zona, aún así la marcha era considerable y pasamos un par de noches de lo más divertidas. Éramos perros viejos y eso lo notaban hasta los chaperos que ni tan siquiera se acercaban. Pero disfrutamos del ambiente, de las drag y hasta de un par de expatriados indios, con los que tomamos un par de cervezas, eso sí en la calle y compradas en un súper porque su poder adquisitivo no les permitía comprarlas en un bar.
Seminyak seguía siendo la zona más tranquila de las tres pero también la que mayor desarrollo urbanístico había sufrido. Nuestro hotel era de las opciones más baratas de la zona, lo que significaba que estaba un poco apartado, a 20´andando, de la playa. Era nuevo tenía una buena piscina y el desayuno buffet era abundante y variado, para nosotros una maravilla.
Pasamos bastantes mañana en la piscina del hotel y luego a la tarde cuando bajaba el sol tomábamos un taxi y nos desplazábamos a las distintas zonas.
Fueron días de tranquilidad y bastante ociosos, aunque nos llevamos la desagradable sensación de que no teníamos que haber vuelto y habernos quedado con el recuerdo que teníamos de Kuta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario