Hoy intentamos llegar hasta Kong Lor de una tirada, aunque sabemos que será una tarea difícil. Son muchos los kilómetros que nos separan y tendremos que hacer algunos transbordos.
A
las nueve de la mañana ya estamos montados en un minibús que casi estrenamos.
Es cómodo, está limpio y lo que es mejor su aire acondicionado funciona a la
perfección.
Tras
cuatro horas llegamos al centro de Vientián. Nos descargan las mochilas del
techo y acompañamos a las israelitas hasta una estación de autobús cercana,
para intentar ver si hay algún autobús que podamos coger hacia el sur, sin
tener que ir a la Estación de Autobuses del Sur de Vientián, que se encuentra a
seis kilómetros. Pero vemos que no es así y tomamos un tuk-tuk que nos lleva
hasta la estación Sur. Por el camino Gortxu se da cuenta que le han robado el
móvil de la mochila. Una vez en la Estación comprobamos que efectivamente el
móvil no aparece por ninguna parte. Nuestras prioridades cambian. Ya no se
trata de ir hacia el sur, sino de encontrar un ciber para anular la tarjeta de
teléfono. Preguntamos en la estación pero allí ni hay teléfono público para
llamadas internacionales ni internet.
Nos
piden 40.000 kips por acercarnos a un ciber. Nos parece un atraco así que
salimos de la terminal y nos dirigimos por la carretera sin rumbo concreto. No
conseguimos que ningún tuk-tuk nos rebaje el precio y eso a presar de que saben
que no hay más de dos kilómetros. Finalmente tras mucho andar y más preguntar
llegamos a un ciber que han abierto el día anterior frente a una facultad
universitaria. Allí gracias al chat de Facebook conseguimos que Álvaro llame a
Euskaltel y anule la tarjeta. Pero ya es demasiado tarde para continuar camino
así que paramos una sawngthaew que lleva a unas escolares y nos subimos para
que nos lleve al centro. Pagamos 40.000 kips, algo abusivo y más cuando vemos
que ellos pagan por el mismo trayecto 2000, pero estamos cansados y sólo
queremos llegar al centro de la capital.
Vientián
cada vez nos gusta menos. Al precio abusivo de sus tuk-tuk se une una oferta
hotelera cara y de pésima calidad. No conseguimos nada por debajo de los
80.000kips. Finalmente nos quedamos en el menos malo a un precio de 60.000kips.
Un atraco viendo la habitación pero no hay más.
En
un par de hoteles hemos visto un cartel que anuncia un autobús a las cuevas de
Kong Lor desde Vientián. En algunos sitios lo ofrecen por 150.000, poniendo que
es VIP y en otros por 120.000 poniendo
que es bus local. Los dos salen a la misma hora así que nos tememos que los más
caros mienten. Pero una vez estás en la estación ¿a quién reclamas? Cada vez
nos gusta menos esta ciudad.
Ya
es de noche así que paseamos por las inmediaciones del hotel, cenamos en un
puesto callejero y nos vamos a dormir.
Nuestra
intención era no quedarnos en esta ciudad así que no nos arrepentimos de no
haberla visto. De todas formas lo que hemos visto en nuestros numerosos y
costosos viajes en tuk-tuk tampoco nos ha despertado mucho interés. Enormes y
feísimos edificios gubernamentales, estatuas y monumentos comunistas, que
admitámoslo, pueden ser muy patrióticos pero feos un rato. Ni tan siquiera la
Pha That Luang que vimos en la lejanía nos pareció llamativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario