sábado, 22 de octubre de 2011

22. Phnom Penh


Debemos ascender hasta Siam Reap pero hacerlo de golpe supondría más de 12h de autobús así que vamos a hacer una parada técnica en la capital, una ciudad siempre agradable. Parte de la ciudad se encuentre anegada por la crecida del río Mekong. Pero es envidiable la absoluta naturalidad con que los lugareños viven estas inundaciones. Es como si no viesen el agua. Llevan una vida decididamente normal, no alteran en nada su vida cotidiana. Las tiendas siguen abiertas aunque el agua levante más de dos palmos. El mercado sigue lleno de mercancías. Los puestos que habitualmente se sitúan en el suelo lo hacen ahora en precarias e improvisadas plataformas. Algunos transeúntes calzan altas botas de goma pero la gran mayoría andan como si el agua no existiese.  La vida sigue. La sociedad camboyana entiende perfectamente de vida dura.

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