Al mediodía
dejamos Pasar Panjing y compartirnos bemo con otros huéspedes de las cabañas
que toman el mismo vuelo que nosotros. El vuelo lo realizamos sin incidentes. A
la salida del aeropuerto unos cuantos cazaturistas esperan con sus coches.
Nosotros vamos directamente a la carretera principal a la espera de un bemo.
Los otros viajeros negocian un precio con un taxi, al salir del aeropuerto al
vernos le mandan para y nos preguntan si queremos ir con ellos, pero el
conductor inmediatamente dice que si vamos los cuatro el precio se duplica. El
otro viajero discute con el taxista argumentando que él ha alquilado el coche y
puede llevarnos, pero nosotros no nos apetece que discuta por nosotros así que
les dejamos ir. Junto a nosotros hay otros lugareños esperando. Al cabo de 15
minutos un bemo que deja pasajeros nos recoge. Preguntamos por el precio a
nuestros compañeros de viaje; 3.000 rupias. En el cercano pueblo de Laha, a
500m del aeropuerto, suben más lugareños algunos han andado hasta allí desde el
aeropuerto. Cuando llegamos a la localidad de
Poka el conductor nos pide 7.000 diciendo que nos ha recogido en el
aeropuerto y que el precio de 3.000 es desde Laha. Algunos de los lugareños le
recriminan su actitud. Para no discutir le damos 4.000. Pasamos el ferry que
une la isla de Leihitu con la de Leitimur donde está la ciudad de Ambon. De
nuevo en otro bemo esta vez atestado llegamos en poco más de media hora al
mercado de Ambon.
Ambon saltó
a la actualidad desgraciadamente por los conflictos religiosos que se iniciaron
en 1999 y que asolaron la ciudad en varias ocasiones hasta 2004, quemándose
zonas enteras de la ciudad. Estos conflictos antirreligiosos se extendieron
rápidamente por el resto de las Molucas y después dieron el salto a otras islas
cercanas como Yakarta, Kalimatan o Sulawesi. Aunque nunca se sabrá el número
total de fallecidos, muchos cadáveres se tiraron al mar, se calcula que como
consecuencia de estos conflictos murieron en Indonesia más de 10.000 personas y
se desplazaron un número indeterminado de ellas. Hoy en día la mayoría de los barrios
han sido reconstruidos pero quedan aún restos de aquella violencia en las zonas
cercanas a la Universidad. Además la ciudad se ha polarizado con una zona
eminentemente cristiana y otra musulmana.
Aunque
parezca mentira el origen de estos disturbios se remontan a 500 años atrás
cuando los dos sultanatos rivales de las Molucas del Norte, Tindore y Ternate,
fueron avistadas por los navegantes portugueses. Los portugueses se asentaron
en Tindore y el sultán de Ternate invitó a los españoles para contrarrestar el
poder de los portugueses “amigos de su mayor enemigo”. La jugada les salió mal porque al final ambos
países europeos se intentaron adueñar del negocio del clavo, que en aquel
entonces solo crecía en estas islas. A partir de aquí la semilla del cristianismo
se extendió por todas las Molucas creándose dos comunidades claramente
diferenciadas. Durante la época colonial la comunidad cristiana, amparada por
los estados europeos, acaparó el poder económico y político y los musulmanes se
vieron relegados en esta zona. En 1950, 5 años después de que Suharto asumiera
la presidencia de la recién independizada Indonesia, Ambon entonces
mayoritariamente católica se levantó reclamando la independencia y la creación
de la Republik
Maluku Selatan (República de las Molucas del Sur). Los militares pronto aplastaron
este intento de cambiar su status quo. Tras Suharto,
Sukarno subió al poder. Obligó a unificar partidos, polarizando aún más el
país, creando el Partido para la Unidad y el Desarrollo de carácter islamista y
el Partido Democrático formado por el resto de comunidades indonesias. Creó “El
nuevo orden” de marcado carácter dictatorial e inició una política de migración
que buscaba aumentar la influencia de Jarkarta en las islas más “díscolas”. Durante
estos años se realizaron matanzas, especialmente de comunistas, tapadas por el
gobierno pero no pudieron evitar que el odio y el rencor fueran creciendo. El poder del Estado se concentró
bajo su control. Su familia dominó la economía en colaboración con algunos chinos
ricos. Java se enriqueció y se desarrolló mucho industrialmente a base de los
recursos naturales del resto de islas que expoliadas, especialmente Papúa, no
veían mejorar su nivel de vida. Para construir una Indonesia nacional única, se
puso en marcha el programa de transmigración. Los habitantes de algunas islas
pobladas como Java y Bali, se trasladaron a otras islas para convivir con los
indígenas. El programa descuidó por completo los derechos y la cultura de los
pueblos indígenas en esas islas. Para los pueblos indígenas los transmigrantes eran,
y son, los que vienen a ocupar y
apoderarse de sus tierras. No podían protestar por el programa, ya que podrían
ser acusados de comunistas y ser encarcelados o asesinados. Para apoyar el
desarrollo de la economía Suharto construyó plazas de mercado en toda
Indonesia, llamado INPRES Pasar. Estos mercados llegaron junto con la gente de
otras islas para gestionar y explotar estos mercados, mientras que la gente del
lugar no tiene muchas ventajas
económicas. Las plazas de mercado en Flores, Timor, Molucas e Irian Jaya fueron
dominados por la gente de Java, Sumatra y Sulawesi. Y lo siguen estando hoy en
día.
Conforme
los años pasaron y su poder se fue debilitando radicalizó más su postura
islamista a fin de garantizarse el apoyo de los militares y de la mayoría del
país, un 90% del país es musulmán. Durante estos años el poder de la sociedad
musulmana fue creciendo en todo el país pero especialmente en las islas
Molucas, desplazando así a la que hasta aquel momento había sido la comunidad
más rica y mayoritaria en muchas zonas, la cristiana. Todos los puestos
gubernamentales de confianza, el funcionariado, el poder económico….todo cambió
de manos. Ambon
es un claro ejemplo del modelo de Indonesia para una red cerrada basada en la
religión. La gran mayoría del empleo recae en el gobierno local. Las
redes para garantizar los trabajos se compran o se ganan mediante favores
debidos, no hay ningún control sobre la selección de candidatos. Esta
subcultura propia asegura la perpetuación de la violencia por la necesidad de
luchar por lo que se considera ser suyo por derecho; por la necesidad de defenderse del "enemigo".
En 1997 estalló la crisis asiática y la economía del país se hundió acrecentando las diferencias entre comunidades. Tras la caída de Sukarno se vivió un momento de gran inestabilidad y la rama política musulmana más dura intentó imponer su orden boicoteando al presidente Wahid, islamista moderado. En 1999, cuando el conflicto cobró impulso, Maluku del Norte se convirtió en una provincia separada. Tidore fracasó en un intento de convertirse en la capital de la nueva provincia y la rivalidad renovada con Ternate se convirtió en la llama que prendió la yesca acumulada durante siglos provocando el gran incendio. El 19 de enero de 1999 un conflicto puntal entre dos personas, una musulmana del pueblo de Batumerah, y otra cristiana del pueblo de Mardika terminó convirtiéndose en un conflicto entre ambos pueblos. Los enfrentamientos se extendieron rápidamente a otras partes de la isla y de las islas cercanas conformándose bandas rivales armadas con machetes y cuchillos que recorrían las calles y levantaban bloqueos de carreteras deteniendo e incendiando coches. Según otras fuentes la generalización del conflicto se debió a que religiosos radicales islámicos de Yakarta viendo la oportunidad de debilitar al maltrecho gobierno de Wahid, enviaron a más de 600 matones para agitar a las masas. Y visto el resultado sin lugar a dudas fue efectivo. Pero no es menos cierto que en aquellos momentos no se necesitaba ninguna razón política o ideológica para que la gente enojada se volviera destructiva. Las personas estaban sufriendo la crisis económica y sentían que no había luz al final del túnel. La violencia, en parte, reflejaba las esperanzas rotas de la gente, que sufría las reformas impuestas por el Banco Mundial. En Ambon los disturbios comenzaron en la estación de autobuses sita en la zona cristiana de la ciudad, donde en un accidente trivial resultó herido un musulmán.
Los cristianos que acudieron a socorrerle le subieron a un coche para trasladarlo al hospital pero desgraciadamente falleció por el camino. Rápidamente se difundió la noticia por sms y por internet de que la población cristiana había asesinado al musulmán. Media ciudad ardió en los días siguientes. Pero la violencia también era para los musulmanes, así en muchas aldeas de mayoría cristiana los musulmanes eran asesinados a machetazos o quemados vivos. Curiosamente los atentados del 11 de septiembre de 2001 obligaron a moderar el carácter islamista del gobierno indonesio, bajo la presión de EEUU, y se promovieron acuerdos entre ambas comunidades que duran hasta hoy en día, aunque esporádicamente surjan violentas luchas entre comunidades, ya que el incendio fue apagado pero los rescoldos siguen calientes y sigue habiendo y creándose suficiente yesca para que en cualquier momento vuelva a saltar la violencia en la zona.
En 1997 estalló la crisis asiática y la economía del país se hundió acrecentando las diferencias entre comunidades. Tras la caída de Sukarno se vivió un momento de gran inestabilidad y la rama política musulmana más dura intentó imponer su orden boicoteando al presidente Wahid, islamista moderado. En 1999, cuando el conflicto cobró impulso, Maluku del Norte se convirtió en una provincia separada. Tidore fracasó en un intento de convertirse en la capital de la nueva provincia y la rivalidad renovada con Ternate se convirtió en la llama que prendió la yesca acumulada durante siglos provocando el gran incendio. El 19 de enero de 1999 un conflicto puntal entre dos personas, una musulmana del pueblo de Batumerah, y otra cristiana del pueblo de Mardika terminó convirtiéndose en un conflicto entre ambos pueblos. Los enfrentamientos se extendieron rápidamente a otras partes de la isla y de las islas cercanas conformándose bandas rivales armadas con machetes y cuchillos que recorrían las calles y levantaban bloqueos de carreteras deteniendo e incendiando coches. Según otras fuentes la generalización del conflicto se debió a que religiosos radicales islámicos de Yakarta viendo la oportunidad de debilitar al maltrecho gobierno de Wahid, enviaron a más de 600 matones para agitar a las masas. Y visto el resultado sin lugar a dudas fue efectivo. Pero no es menos cierto que en aquellos momentos no se necesitaba ninguna razón política o ideológica para que la gente enojada se volviera destructiva. Las personas estaban sufriendo la crisis económica y sentían que no había luz al final del túnel. La violencia, en parte, reflejaba las esperanzas rotas de la gente, que sufría las reformas impuestas por el Banco Mundial. En Ambon los disturbios comenzaron en la estación de autobuses sita en la zona cristiana de la ciudad, donde en un accidente trivial resultó herido un musulmán.
Los cristianos que acudieron a socorrerle le subieron a un coche para trasladarlo al hospital pero desgraciadamente falleció por el camino. Rápidamente se difundió la noticia por sms y por internet de que la población cristiana había asesinado al musulmán. Media ciudad ardió en los días siguientes. Pero la violencia también era para los musulmanes, así en muchas aldeas de mayoría cristiana los musulmanes eran asesinados a machetazos o quemados vivos. Curiosamente los atentados del 11 de septiembre de 2001 obligaron a moderar el carácter islamista del gobierno indonesio, bajo la presión de EEUU, y se promovieron acuerdos entre ambas comunidades que duran hasta hoy en día, aunque esporádicamente surjan violentas luchas entre comunidades, ya que el incendio fue apagado pero los rescoldos siguen calientes y sigue habiendo y creándose suficiente yesca para que en cualquier momento vuelva a saltar la violencia en la zona.
Pero nada de aquella violencia queda en el centro de la ciudad. Cuando
llegamos al edificio de la naviera PELNI ya estaba cerrada y al día siguiente,
domingo, no abriría. Eso suponía que teníamos que comprar los billetes en
alguna agencia de viajes que desconocíamos, pues apenas ninguna está autorizada
a vender billetes.
Aquella noche nos dimos un gustazo y nos alojamos en un hotel al estilo
occidental. Eran 330.000rupias del ala pero una vez en el interior del hotel
parecía que nos habíamos trasladado a cualquier hotel de tres estrellas de
Europa. Y la verdad es que se agradecía…..mucho.
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