lunes, 5 de noviembre de 2012

5. Pulau Waisai. (Raja Ampat. Papúa)



Nos levantamos tarde porque hasta las 2 de la tarde no sale el barco hacia Sorong. Esta vez cogemos compartimento VIP por 2.5€ más. Merece la pena. Los asientos son sofás, el aire acondicionado es potente y tenemos una película en vez del típico Karaoke. Junto a nosotros se ven familiar indonesias con dinero, sus ropas y zapatos nos lo dicen, y militares. El barco sale bastante puntual. Los alemanes también han decidido marcharse tras estar solo un día en el Resort porque el alojamiento no cubre las expectativas y aun menos el precio. Además después de que las dos inmersiones fuesen un desastre por parte del divemaster y habiendo estado en Bunaken prefieren marchar a Bali y pasar allí sus últimos 5dias de vacaciones. Una vez en Sorong nos despedimos en el muelle puesto que a ellos viene a buscarle un coche, pagaron 75€ cada uno por el “transfer” aeropuerto-puerto Sorong y puerto de Waisai-Resort cuando por su cuenta en ojek” no les hubiese salido por más de 8€ a cada uno...cosas de los paquetes turísticos!!!
Nosotros vamos al aeropuerto y compramos los billetes de avión para el día siguiente. Tomamos un ojek para que nos lleve al hotel que nos recomendó nuestro primer divemaster, el 88 Hotel, pero está lleno. O quizás no era un hotel para turistas extranjeros ya que el aspecto de las habitaciones desde el exterior no era muy bueno. Afortunadamente en esa zona están todos los hoteles de la ciudad y al final nos quedamos en el Tanjung Hotel en el que pagamos 230.000 por una habitación sucia. Sorong es una ciudad muy dispersa y alargada ocupando la costa durante unos 8km. El malecón que mira al mar no es un lugar ideal para pasear porque la carretera principal está justo al lado y la anchura de la acera, cuando la hay, es más bien escasa. Aún así los lugareños se acercan hasta aquí al atardecer para sentarse sobre el muro de contención sobre el que golpea el mar de Halmahera. Muy cerca del hotel se encuentra un animado mercado que perdura más allá del anochecer.  Comemos en un pequeño “restaurante” pescado a la brasa y nos vamos a dormir.