Llevamos un
mes de isla en isla, y especialmente de playa en playa así que decidimos
abandonar el archipiélago de las Molucas e ir acercándonos a Bali. Además en el
norte de las Molucas es temporada de lluvias lo que nos iba a condicionar, en
parte, el viaje.
Temprano
tomamos un bemo que nos lleva al aeropuerto, desde el principio aclaramos el
precio. Aunque Johan va a Jakarta compartimos el mismo avión ya que hace escala
en Surabaya. El vuelo transcurre sin incidencias. Nos despedimos de Johan y
desde el aeropuerto tomamos un autobús estatal DANRI que nos lleva a la
principal estación de autobuses de Surabaya. La estación es enorme y
constantemente salen autobuses a todas las parte de la superpoblada isla de
Java, así que tardamos unos minutos en posicionarnos. Sabemos que tenemos que
tomar un autobús “PATAS”, un acrónimo en indonesio que significa rápido, pues
hacen muchas menos paradas que los “express” o “standard”. Numerosos ganchos se
nos acercan para que montemos en sus autobuses, algunos de ellos incluso
engañándonos. Afortunadamente los letreros de los autobuses sobre el parabrisas
no daban lugar a equívocos y nos dábamos cuenta del engaño antes de subir.
Finalmente encontramos la dársena de los autobuses PATAS. Esperamos poco más de
20´a que salga el autobús con dirección a Bondowoso. Y menos mal que el autobús
era el más rápido ya que tardamos unas 6h en recorrer los casi 250km que
separan ambas ciudades.
Para cuando
llegamos a Bondowoso ya es noche cerrada. Desde la estación de autobuses
tomamos un rickshaw que nos lleva hasta el hotel Anugerah que aunque no es
lujoso cubre de sobra las expectativas. Tras comer en un restaurante de comida
rápida, sopa de noodles, al estilo indonesio nos metemos a la cama con la intención
de madrugar al día siguiente y tomar un bemo que nos lleve hasta la planicie de
magnífico volcán Ijen.
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