sábado, 17 de noviembre de 2012

17. Hatta. (Islas Banda. Molucas)



Junto con los madrileños y el resto de huéspedes del Mutiara organizamos una excursión la isla de Hatta. A primera hora de la mañana tras el desayuno nos dirigimos todos junto al puerto. El pueblo de Banda Neira es muy pequeño pero sus estrechas calles y sus bajas casa algunas aún de la época colonial la dan un aire de tranquilidad y accesibilidad muy agradable. Nos subimos todos a la lancha y al abrigo del Gunnung Api zarpamos rumbo a la isla de Hatta. Bordeamos la alargada isla de Banda Besar y rebasamos su extremo norte, dejando a babor las isla Banana que visitaríamos a la vuelta.
La isla de Hatta, conocida en la época colonial como Rozengain,  nunca tuvo nuez moscada, Así que pasó desapercibida durante la época colonial. Actualmente hay dos pequeños pueblos sin ningún tipo de instalación turística. Frente al pequeño de Lama se encuentra uno de los mejores puntos de buceo no sólo de las islas Banda sino también de Indonesia, y eso es decir mucho.
Llegamos con la marea baja lo que significaba que el afloramiento de coral estaba apenas a 20 cm de la superficie. La claridad del agua era espectacular, literalmente parecía que el bote flotaba sobre el coral. Todos sin excepción nos quedamos sin respiración cuando nos asomamos por la borda de la barca. Sin la necesidad de sumergirnos veíamos la pared de coral prácticamente vertical, con una alucinante cantidad de coral y de peces. ¡Podíamos ver el fondo arenoso  de donde surgía el afloramiento a mas de 30m de profundidad sin necesidad tan siquiera de sumergirnos!. Nunca antes habíamos visto unas aguas tan cristalinas como aquellas. Como locos saltamos a tierra y casi sin pausa nos sumergimos en las aguasa más de claras que jamás habíamos visto. El sol y la escasa profundidad hacía resaltar todos los colores del coral. Grandes bancos de peces a diferentes alturas nadaban alegremente al lado de la pared. Miráramos a donde miráramos siempre veíamos un banco de peces, ya fueran barracudas, snapper, trompet fish, tigger fish, peces ángel, peces mariposa, peces loro, enormes peces napoleón o peces unicornio…aquello parecía un acuario
Durante varias horas nadamos arrecife arriba arrecife abajo disfrutando de la vida marina, y hubiésemos estado más tiempo si el frío no nos hubiese obligado a salir.
Comimos a la sombra en la playa y después nos volvimos a sumergir en las aguas. Pero la pleamar había traído también corrientes más fuertes así que pasamos menos tiempo en el agua.
Ya de regreso a Banda Neira hicimos un alto en la isla Banana, pero una vez estado en el paraíso aquella inmersión pasó con más pena que gloria. Eso sí nos sirvió para ver un par de falsas serpientes de coral…o eran verdaderas? Y una tortuga despistada.
Agotados regresamos a puerto. Nosotros nos fuimos a nuestro hotel a ducharnos y quedamos con el resto para cenar en el Mutiara.
Ya en las islas Kei nos dijeron: “En las Banda alojaros en el Delfika 2 pero cenar en el Mutiara” y fue un consejo muy sabio. Las cenas del Mutiara eran sencillamente espectaculares y las mejores que hemos comido nunca en Indonesia. El precio era algo alto para los estándares indonesios, 75.000 rupias, pero la verdad es que tras la cena dabas por bien empleado ese dinero. La mujer de Abba, el dueño del Mutiara, era una excelente cocinera. Eso unido a los productos de primerísima calidad de la isla hacía que las cenas fueran toda una experiencia. Tras la cena las sobremesas se alargaban más de lo que los dueños deseaban pero tras el atracón y con una cerveza en la mano nadie quería marcharse a la cama. El pobre Abba más de una noche se desesperó pero lo cierto es que el ambiente que se creó esos días en el Mutiara fue excepcional y algo que recordaremos junto con el resto de maravillas de las islas Banda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario